Conjunto residencial en Caramoniña

Conjunto residencial en Caramoniña
Arquitectura de sutura con el ser humano en el centro

La intervención de Víctor López Cotelo articula la compleja traba entre ciudad y campo caracterísitica de Santiago a través de tecnología, materiales, vegetación, dimensión, luz, espacio, orden y emoción.
El objeto de esta actuación de Víctor López Cotelo tiene por tanto como fin articular ambas partes de la ciudad de Santiago de Compostela por medio de una intervención singular que resuelva la continuidad entre dos zonas de muy distinto valor: El Parque de Santo Domingo de Bonaval, como parte consustancial de la Ciudad Histórica, y las áreas de crecimiento posterior, producto de un desarrollo urbano de trámite y sin vocación alguna. Por esta razón las nuevas construcciones deben configurar una nueva situación que suture las edificaciones de los años sesenta con los trazados y elementos históricos aunque sin renunciar a los medios que dan expresión a nuestro tiempo.
López Cotelo completa la estructura de las calles existentes, las Rúa de Teo y Travesera do Escultor Asorey, con edificaciones de vivienda colectiva reforzando su carácter lineal, y dispone la edificación de vivienda adosada integrándola en el sistema de pequeñas construcciones que jalonaban a un lado la Ruela da Caramoniña. Esto sin embargo está condicionado a la preservación del carácter del lugar sin crear una barrera edificada en torno al Parque ni cambiar la escala y el valor ambiental de la Ruela. Estas consideraciones exigen que el perfil de las edificaciones respecto al Parque y la Ruela quede reducido al máximo sin desatender por otro lado los requerimientos que demanda su posición relativa para poder suturarse con los elementos contiguos. Además, estas edificaciones deberán realizarse de manera que no rompan la continuidad transversal del espacio verde que, saltando por encima de la Ruela, extiende el Parque más allá de sus muros. Las nuevas construcciones en su deseo de no ser obstáculo renuncian voluntariamente a cubrirse con “tejados”.
Importante también es resolver el fondo de saco de la Travesera do Escultor Asorey y conseguir la transición de la escala y calidad de la ciudad histórica a la de las edificaciones de los años sesenta.
Las edificaciones que prolongan las calles, una vez resuelta su articulación con la edificación existente por medio de un volumen de transición y una cesura, se retranquean respecto a su alineación y hunden respecto a la rasante de  la calle favoreciendo a su vez la visión lejana del Parque. Esta medida hace que el espacio de calle alcance la categoría de “espacio público”. Por este medio se reduce fuertemente la presencia de la edificación desde la Ruela. Estos dos cuerpos tienen un cerramiento pétreo, material de la ciudad histórica, con grandes celosías de madera hacia la calle, acristalado y abierto hacia la ciudad y como fusión de ambos sistemas un gran mirador hacia el Parque. Excepción a todo esto es el pequeño cuerpo que da remate al lado interior de la Travesera do Escultor Asorey. En este caso, debido a sus pequeñas dimensiones, la nueva edificación se somete al perfil de las contiguas y asume en parte su materialidad. Su fachada es de ladrillo pintado aunque incorporando el mirador como elemento común con los anteriores. Sin embargo, aunque integrado volumétricamente, éste es el verdadero centro de gravedad de la intervención. Aquí se sitúa el acceso peatonal y rodado al conjunto. Esta condición se hace notar por medio de elementos que destacan su “presencia”: el gran portal y su fachada principal remarcada por una celosía de “orden gigante” de color rojo Falun.
Paralelo al muro del Parque se desarrolla un cuerpo de edificación escalonado de dos alturas cuya planta inferior se cierra con muro de piedra que conserva el trazado, la materialidad y carácter del que configuraba la Ruela. Sobre este basamento crecen cuerpos acristalados que se abren a terrazas cubiertas por emparrado de iguales características que las fachadas de los cuerpos altos. Estos volúmenes acristalados debido a su retranqueo respecto al muro de piedra apenas son perceptibles desde la estrecha Ruela o desde el Parque. El cuerpo situado en el primer escalón se dedica a uso comunitario.
El punto determinante de esta intervención es el entronque de la Travesera do Escultor Asorey y la Ruela. Aquí se concentran consideraciones estructurales de la trama urbana, como es la creación de un nuevo trayecto peatonal de acceso al centro de la ciudad, y asuntos propios de la ciudad histórica en relación con la escala, trazado y diseño arquitectónico contemplando la dimensión temporal de esta operación de sutura urbana.
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